jueves, 14 de febrero de 2013

Bebedla, si es esta tu Profecía...





Se imprimió la luz,  en  la escarcha

Como una gota de rocío antes de caer,  define su estructura

La niebla gris se filtra  en su propio  tamiz y se marcha..

Es como en los cuentos,  nada y todo me habla…

Mis dedos danzan,  siembran, otra oración…

Y mi emoción escucha…

Andante y Mozart…

Brota la Paz en el aire…preludios  en forma de  hilos lacios, los minúsculos  bigotes  de las serpentinas

En un intento anti gravedad desfilan ante   La  gran oportunidad  de su  tela renegrida..

Cumpliendo un ciclo  y   el despertar  sin final en  este día,  encantos y hechizos,  hasta renacer el alba…  eterno alba…

Pero en tanto…

Necesita  la noche,   tres soplos de humo blanco…

En  ondulantes    vaivenes  tiemblan   sus sienes  para quitar   la canción sombría

En lo profundo de mis venas… y el emerger de mi alma…

Hasta escucho su música y color,

Una mezcla de esferas  brillantes con chispas plateadas saboreando  y en mi dulzor fragor

Encienden aún más mi nueva razón…

Con el aliento tibio que ha marcado los ha!. Que belleza!..

El tinte de las estrellas,  se expresa  en la quietud qué  la hierba aromada como espejos verdes y amarillos  refleja…

Me revuelco como un ave que ha encontrado su alimento y se hendera de ella…

Mi piel con la suya de  aterciopelado fulgor  y  roca nochera.

 

He contado tantos sueños en este día tan largo

Que mi boca se arrepolla  cerrando mis ojos besando solo la idea

Que fuera capaz de encontrarme,  una situación donde las huestes reinantes de sol imperan

Y se abren como grifos de  canteras   en el negro y brillante piso del cielo…

Aquí  abajo..

Cantan los grillos y por vez primera una luciérnaga con mí,  color azul destella…

Es tan larga esta noche  y tan hermosa,  que  su encanto querella a la más exuberante flor. Siendo las dos tan princesas!...

 

He descubierto que  las penas  se han convertido  de puntos renegridos a transparentes  dibujos que en lo alto renacen  y como un camino  alargan el  fulgor de la luna llena,  entrante cual novia en asunción

El balcón del cielo vuelca sus bendiciones  en escalera descendente que ansía volver al hueco donde las hadas y los duendes tejen sus pócimas  más que mágicas…

 

Que espera un duende o un dios  cada día al despertar de su sueño?…

Si no desintegrar el mal…

Y abrir la integridad grabada en sus huellas, que se encienden  al pregonar una a  una,  la eternidad   salpicando de   cada poro de creación, solo hermosura…

Dibujarla,  concretarla y luego absorberla  dejando que al inhalarla se encienda hasta cubrir de ella toda la tierra y   todas las vidas…

 

No es tarde todavía,  se han desdibujado las líneas que dividen las horas, concretándose en un largo anochecer y amanecer,  donde la creación y los sueños se remontan para entrar a cada instante  en el Día del Amor!... en la estadía más fascinante jamás vivida…

Bebedla! Si es esta tu profecía…

 

 

María Verónica García

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