Uno, Dos, Tres...Cuatro...

 

No eran tres las veces del pecado

Ni el silbido del reloj sobre tu  ausencia

La marca,  la llevo en un costado

Cada vez que presume mi inocencia

Sin imaginarte, en mi pasado

Hoy Por ti,  se murió la indiferencia…

 

Uno, dos, tres…cuatro…

Ni la suma de las vidas se han marcado

Ni los rostros a través de la insistencia

Con un tinte de rosa mascarado

En subida,  la pasión!... la transparencia

Me devuelve la ilusión que se ha quitado…

En la punta de mis pies, de la danza, que danzó mi inexperiencia…

 

Uno,  Dos, Tres..

 

Sin la cuenta que triste o feliz se ha empecinado

Sin  valer o simular  las reverencias…

 

En mi puño casi abierto diestro estado…

 

Una luz se ha encendido!

Es, tú presencia!...

 

 

 

 

María Verónica García

Este instante…

 

 

 

Este instante,  ya lo he vivido

Con el mismo azúcar que azota mi sangre

Palabras que llegan a mis  oídos,  de distintos estambres…

 

Si la música pudiera  alcanzarme

Si mi corazón,  recobrase el sentido

 

Amaría la oración la que sentidamente,  habría  de hallarme

Y mi color, siendo el  una  señal del Amor

Encontraría su verdadero  camino…

 

Es este instante,  tan añejo,  papilas con  gusto a  martirio..

Amanecen labrando  Sueños…

Atardecen  amohinadas,   al no encontrar su destino…

 

María Verónica García

Cristal…

 

 

Meciéndose el cristal

En un pétalo, crecía

Sobre una luz   espectral

Cual flujo,  se sostenía

En  un alma celestial

Que a cambiar Se dispondría

    De gota  fresca,   ancestral!...a ilusión de  poesía

 

María Verónica García

Hueco de Luz…

 

 

 

Hablando sola en los cristales,  del agua de los ojos del amor

Con hechizos…

Enmarcados de almanaque

Con las gotas que desprende la emoción…

Una voz a lo lejos balbucea

Con señales,  como un grito de fervor

Se desploma al envestirse en los portales

y…

Las palabras se rompen de dolor…

 

Jamás llega sana, salva, la alegría,

Jamás,  logra desentrañar su sensación

Es tan larga la noche y tan fría…

 

Que  silencio!. Es   el grito de una voz…

 

María Verónica García

 

Soy, Ahora...

 

 

El cristal del almíbar de la luna

En el hallazgo más fuerte del Amor…

Cada vez, que el instinto,  no tiene dudas

Resplandecen las estrellas,  a su favor…

 

Es como un beso después de guardado

Cuando se entrega con inmenso fragor

En los labios deseados

Ante el tiempo,  da cuenta,  que el mismo, no pasó…

 

 

María Verónica García

Porsiempre...

Música creada por mis dedos

Al aplaudir el pliegue del tiempo

Al reincidir en el pensamiento del Amor,  esas  playas donde los besos ensayan

Y se elevan,  sin cielo…

Solo hoguera

Sin final…

Intento enardecido

Entre las penumbras certeras

Quitando porsiempre el olvido

De tal gema

Curtidos los labios

De la más celeste esfera

No se detienen..

Llueven húmedas lisonjas cada vez que reverdece el alba y sin tiempo se corola con la aurora

Son los días y las noches semillas

Del pan del cuerpo

Entrelazados músculos,  las raíces plenas y llenas de pudor y de  fragor

Cada instante  arden, queman

Se renuevan…

Y tal vez con una mirada

Se rompan los mares se junten el cielo con la tierra

Y sin preguntas,  sin respuestas  angulares

Se formen el hombre real y,   la mujer perfecta

Y cada uno a su manera

Tronquen la muerte que con solo la palabra se ahuyente…

Para tenerse insistente

Alados en tiempos  sin ninguna ausencia…

 

María Verónica García..

Es solo un átomo...

 

 

 

La última parte, de  la cenefa del brote  de la cresta… una Idea!...

Un creciente y aprobado átomo, la miel del néctar

El grito de dulzor

El gusto del aliento, el roce de las papilas… Un Beso

El viento arrebatado,  el goce desgastando… La Piel…

 

La música  del emblema, la agitación del ardor,  el fuego…. De Los Labios

 

Desplomarse ante   la  increíble aprobación, del gusto del sabor,  tan dulce y tan Amargo

Sin llegar al final,  el comenzar sagrado y aún mas elevado…

Principio vivencial, vital,   desintegración parcial que se cuece en un micrón -segundo

Al tacto…

Que nadie los comprenda,  avancen…

Amantes del Amor naciendo, antes que el temor, de los increíbles  que viviendo y muriendo,    los alcance…

 

María verónica García

 

 

 

 

Tal Vez...

 

 

 

 

 

 

Tal vez estés como yo

Colgado del pico de una estrella

O el   suspiro húmedo de  la espuma de una ola

Con los dedos tibios impregnados de la energía de la basta aurora

Nunca se termina el día...

He viajado con el sol hasta el alba

Y me he visto!..  Lava…

En el mismo lugar cuando a veces   el, baja  la mirada…

Escurriendose    en mis sueños debajo  de su  cuna!.. mi almohada…

Son estos días   de enamoramiento,  solo de Amor

Todavía,  no le  he encontrado un rostro

Pero sé que existes,  tal vez logre verte pronto y desprevenida

Me reconozcas como una parte de tu vida

Con el afán de dar como yo,  las palabras que jamás dije

Las caricias exhaustas de tanto tiempo, guardadas, creciendo aún…

Los besos,  los diseñare  en cada uno de tus   suspiros,  cuando rozándome cierre mis ojos y  pegue mi cara en tu cara…

María Verónica García

Extendiendo lo imperceptible….

 

 

Cada sueño…

Cada día…

Cada estado…

Cada vida…

 

Se amplían los horizontes para,  poder  ver… sin mirar

O soñando la realidad material,  visiblemente real

Sin limitar, de  la paz… de la luz y de la sombra…

Ningún final…

El alma necesita expandirse

Y el cuerpo a ella, unírsele

 

Nada mortal

Y para que ello ocurra,  en todas partes,  de todas las formas

El más bello verbo aprendido

AMAR…


Maria Veronica Garcia

Cielo Y Besos…

 

 

 

Como El latir de las manos  del orfebre

Armando un hueco celeste…

Sobre mares azules y verdes,  de agua cristalina

Los corales lo ciñen ante los  espejos del cielo que se reclina

Acomodando las nubes de tal cristal, transparente  opalina

Con o sin aves

Con o sin días

Solo  cielo inclinado o arriba de los parpados húmedos, mojados…

El mar de agua para ungir de  frescor y proveer alegría

La alegría es necesaria…

Para un descanso aunque sea imaginario

Es posible besarnos noche y día

Los besos nos tragan,  nos envuelven,  nos desarman

Y Nuestro cuerpo titila…

Esta vez con espera de esperanza…

 

Un poco de risa…

 

En nuestras bocas y más tarde nos bebemos

Sin la vista en el horizonte

 

Intercambio de miradas ojos con   ojos dadas…

 

Las mareas  de mi piel  hierven…

Torrentes de   pensamientos creadores me tejen me destejen  y   yo  extasiada me entrego a ti…

 

Como El libar de las desenfrenadas abejas

Mostrando sus  mieles,  ante la entrega del estambre  y su néctar

  En su juego magistral,  como parte del infinito ritual,  despues  absorberla…

 

En el crujir de la fiebre

De las palabras cimarrones

Allí me envuelvas…

 

 

Susurro de   poemas  de cerca y de lejos…

Me aprietas,  hasta quedar mi aire,  colgado en alguna estrella  con la boca abierta..

 

 

Tanta entrega encerrada en un sobre ocre,  por  tanta ida y vuelta…

Tendrá por lo menos el sonar de un redoble

 

Al escuchar tu voz, sentir  tu perfume… cuando cada paso del día  y de nuestras vidas… estén más cerca…

 

María Verónica García

Campos de Magos…

 

 

 

Haz!.. Generador del  aventurado creador

Soberanía  sin relatar   su estado

Alma corpórea de la vida en las estrellas, en las magias y en  los campos de los magos

Luz crepuscular, indefinida  y perpetua…

Realzando  palabras en códigos genuinos

Trinos  deambulantes,   en los alcázares de casta blanca

Aves y niños…

Mares y cielos…

Tromba  azul refrescando,  envolviendo las manos teñidas de algodón

De los rezos de los Ángeles de la imaginación,

Haciendo que se realce,  la vida eterna y el Amor…

 

 

Sabiduría erecta, de ases, con eses,  de silbido fino

Canto entrelazado  zigzagueando los planetas sin caretas, sabios apropiados

Sin renuncia al Paraíso…

Hombre de sueños precisos,  alados,  con alas de viento,  alas de éter, alas de cuerpo celeste…

Sentidos  con deseos dormidos   y   despiertos…

Una  nota  entre tantas,  los rocíos caen en  cristalinas  gotas,   diamantes sin facetas

Liras… de cuerdas  discretas…ardientes  donde  se unen valientes,    ascetas y profetas para crear

 La vida…

 

 

 

La muerte bajo del pedestal

Representa   triunfal  al  canto de la noche y ella misma,    como un blanco  juglar,     logra encantar  el final, solo del día  a   morar…

Alma y cuerpo encendido preparado para el Amor, el vacío ungido en  clamor

Melodías de,  excitados   soprano y tenor...

Cuerpos de carne y hueso,  adheridos

Amándose en los pasillos!...del energizado y   sensitivo,   nuevo camino…

 

María Verónica García

La Magia Y El Cielo...

Quien  te ha convencido que    las palabras aprendidas, acomodadas en grados

Son la fortuna henchida de  estabilidad balanceada…
 

A…

Una nueva realidad!...

 

Es De la hechicera  Maga!. La que  te ha traído y moldeado

En una  vieja manta por antigüedad,  sin agujeros, ni, pata de cabra, ni sol! Feo…

Solo un principio,   sin envoltorio  meritorio, Un verdadero   regalo de legalidad…

 

Como aprendiz de  cielo,  futuro libertario del Arma necesaria…El fragor…y la pasión del Amor

Tientos de porcelana uno a uno,  hasta ti,  entregados entrelazados…

Tintes mágicos del viento acariciando y erizándose en las pestañas de la mañana, Y DEL SOL…

 

Quien te ha convencido que es,    impropio danzar entre las velas?..

Hasta el mismo aire donde te elevas, está sujeto para deslizar sus ramas..

Manos con dedos largos y  puntas en danzantes   llamas…

 

Rozando,   pétalos  heridos en la  rosa de la aurora,  mordidos con perfumes  estacionarios…
 

  A  tu saliva extasiarla del néctar prohibido

Curandolos, Amandolos,  así como lo hace con tu boca

Cuando crees que una suave gota  de magia,  rozo tus labios

Sin más que poder contarte que  fue su flujo extraordinario

Convertido en manantial de su propia agua

Pidiéndole que se rinda de tanto ruido,

 Plasmando,  cantando, encantando…

No es mostrar aquello que has aprendido

Es dar,  con sentido , lumbrario..

 Por ahora, fluctuar, desarmando lo mal expresado..

Sin cunas de bajamar

Solo altas  cumbres,  donde se halla la verdadera paz de  los sonidos seminarios…

  Ensordecedor amplificador que en las noches y en la   luz de las estrellas  convierte..

 La vida en un solo latido…

Sondeando  la profundidad de la existencia  finalidad para que cada sueño..

Así como el Amor encuentra  el hueco  único, diseñado

A su medida color,  donde  otro alma no cabe

Allí donde la sensación mayor!

Sin predecirle una  llave

Entra,  se funde y las galaxias sombrías detonan  un orgasmo Magistral!...Celestial…

Donde nada se puede explicar o negar…

Los mundos chinchinan, sabiendo que ese gran lugar es, donde se crea la verdad de la vida…

 

Milenaria fusión de la libertad

Única reflexión  Multiversal 

Incognoscible relación Angelical

Donde las almas… no conciben la huida…

 

 

María Verónica García

La Verdad, La Necesidad, El Temor, La Realidad..

 

 

 

Tan osada!..

 

Para  sentir que los humanos,  del devenir

Creadores, Cordones, listones, de la Santa  Biblia

Fueron los inspiradores y  retadores

De la sustancia divina…

De la vida que vendría…

Conformada  por muchos  actores

Que a sus plegarias darían

 

Resurrección…

 

Oradores de la oración

 

Como realidad  de la  creación,  que tan filosóficamente, escribían

 

Tan osada!..

 

De definir la  relacion de la   predicción

Para advertir,  a los soñadores

Que sus sueños y   realizaciones

En su mente se hornearían

Y con la fuerza creciente de cada acto sentido

Darían un omnipresente acto real  venido

De la fuerza de su  inconsciente

Porqué el libro,  Desde  un dios...

Jamás  habría sido   escrito y mucho menos,  leído...

En el acto del presente como humano constituido

Veló  con flama ardiente

A alguien,  jamás tenido, ni visto,  ni oído

En su, tiempo  constituyente…

 

“Dioses descubridores!... de la vida eterna

Dioses sanadores!.. del alma que brama y nos cuenta

Historias  de  la  gloria que representa

El gran libro!...  acto  del hombre,  contando solo en leyendas…

Y otros reactores... definiendo  sus revelaciones..

 

Cuando a el hombre,  del rosario,  se le rompieron,  hasta las perlas”..

 

María Verónica García