Una marca, en los dedos que no acusan
Dibujando los caminos
en las letras
Sosteniendo, al varón del Sol…
Señalando los hilos, de las marionetas
Con cuerpo bañado, enfundando el algodón
Sin todavía, habiéndole
puesto, para que cobre vida, un corazón…
Una marca, con fluido
azul
El rayo, tan propio, antes del trueno
El canto del mesías
sin freno
Atardecer, de nuevo, amanecer
Una marca, de señales y advertencias
Ante los corales, del olvido
Triunfo en comunión, ritual del sensitivo sigilo
Y cresta, en la devoción, del anochecer…
Una luna que ilumina
Sabiendo que es el
astro, su farol
Un respirar hondo, de
vientre y pulmón
Darán la forma
sentida al,
Único heredero, el
Amor…
María Verónica García
No hay comentarios:
Publicar un comentario