Sibila clara…
Marcas el rumbo en la casta de ensayos del poro que emana
Orificio donde se crean, los sueños azules, de las hadas
Sacerdocio impreso
que se amplía
De la superstición
que en ti. aguarda y anida
Desde la comprensión…
Matices empíreos, llenos
de emoción, desfilan
Intuyes un mundo, que respira Amor…
Puentes de amaneceres
y albas
Frutos perlados, mezclando
las aguas…
Con un solo motivo y razón…
Los acordes en tonos
liricos que del vientre exhalan, creación…
Vuelan, el temblar de las palabras, en suspensión…
El tiempo es un libro
Asentado en el
equilibrio
Razas que crean, las
razas
Humo de 4 millones de estrellas
Lunas en las lunas
puestas
Todo se siembra sobre
el viento tibio
De la resurrección…
Y es la intención, que en éste plano, se celebra…
No existe el bien y
el mal no tiene letras, para poder expresar…
Las mentes envueltas
de cuerpos
Se elevan, sin despegar
Los mundos,
brillantes dispuestos, a co habitar
Y la belleza, es una constante, visual
El alma y la materia,
sin descifrar…
María Verónica García
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