En esa pálida alfombra, de sombra ..
Al cerrar los ojos, cuando sueñas
Entregas a mis poros, cual enseña
Filtrada de locura, la sensación más honda
Sumiéndote al alcance
de, mis sumisas viñas
Retuerces la espiral
casi difunta, del suspiro
Emerges la piedad flagrante, ante mi brutal expiro..
Cantico de voces, en paz
mezclada, ungüento en rimas…
Dios sobrevenido
A los mantos de mi
noche..
Exultante color, de mis retiros
Donde el ave, ha entonado su canto
Muere desbordada conmigo,
la aurora, en mil olvidos
Y, Tú, la vuelves a emerger, ante otra,
Madrugada…
María Verónica García
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