Incalculable emoción, la de sentir que existe un instante sublime y material, donde, se pierde la razón
El aire no alcanza, e irremediable es la sensación, que por mis venas avanza
Sin poder estremecer
a, la ecuación, del número no creado
Y, a mitad de camino,
la voz umbría, ronca a veces fina,
no deja de asesinar, la desazón
Que incumple las
notas de las lágrimas rotas
La oblicuidad en la
ingesta, de las caricias obligadas
En el dibujo, de los sueños
En las horas vacías
En la plena, o modesta letra, de una poesía
Y, se ciñen mis manos,
creyendo que se ha perdido todo, pero, cuando se extiende la
noche y la
Primera estrella
brilla, mis ojos se abren, se agiganta mi pecho, brota de la voz del profundo silencio..
Un retoño,
Un minúsculo y verde retoño!..
Despierta!…
Sangra, la tinta en relieve, se estriba como si tuviese un, corazón
Y todo se entibia,…
Alcanzará un verbo no probado, en la piel de cada esclavo, del adiós?…
Encumbrando el honor en
la parafraseada negación… al haber percibido, tal, emoción,
De calor, de dolor…
Y rehacen las gotas, al salitre,
Se tornan montaña…
Hasta…
Llegar el sol, con
tanta fuerza!... que con sus puntas doradas me abraza!..
Deseo y siento, que llega, por un camino muy angosto,
Mi verdadero, Amor!…
Puestas las lentes, del
pasado al presente
Digo le, no te detengas, abre cada una de sus puertas
Que si han sido vanas
las vidas y todo ha perdurado, es, en esta
Donde se ha decretado,
la maravilla más indiscreta, del calor a la ebullición…
O tal vez, sea, solo fe poética?..
Es, que, un hueco de
frio, se ha bloqueado, ahora, puedo ser, o no, más discreta…
María Verónica García
No hay comentarios:
Publicar un comentario