lunes, 10 de febrero de 2014

Tu, Me Entiendes...


 

 

 

No importa,  si,  las centellas abrazan los cielos

Si,  la mansedumbre hambrienta y perezosa del pecado,   entra por el filo de la puerta

Si los pasos del gigante,  azota,  los techos…

Convirtiéndose en importante,  como si fuese,  El  Gran Secreto…

 

Porque siempre habrá una azul mariposa

Enredada entre las flores de algún eco

Donde Dioses desperezados

Y ángeles encantados

Perciben la belleza,

Ilustres  y alborotados

En ella, se manifiestan…

 

Esbozando un beso

Como el que no te di

Y te daré,  en algún otro, espacio…

 

Así de fuerte,  como la miel se estruja en las patas de las abejas

Como el licor resulta ser manjar,   extraído de una lengua

 

Y serán las noches y los días, sin engaños

El sabor más dulce,  sentara,  en la piel

Y la música,  rodeara, nuestra sien

 

 

 

Aúlla, gime, ríete, grita,  que los rincones sienten  la brisa

Lo único importante es quien lo dice y,  porque…

 

Tú me entiendes…

 

 

Fuiste el retorno del Amor

Quien  encendió, la chispa

El mesías,  redentor

El plato de palabras,  a la hora de soñar

El velo que cubría mi cara,  al momento,  de rezar…

 

 

Ahora sos la única guirnalda que reina sobre mis manos,  donde en la noche, haces de, presente  Luz,   en este lugar…

Me elevas   y te pronuncias,    como si fueses  una boca,     convertida,  en, el, Mayor Altar…

 

 

 

María Verónica García

 

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