Un cristal sostenido
Una mañana donosa
Siente el quiebre de frio
Como un vendaval, llega a mi boca
Urdido te tiempo y canto, el viento flota que flota!
En los cabellos sedados, de tanta lluvia sin horas…
Un cristal derretido
Por las manos bondadosas
Se entrega libre, envestido
Por una boca jugosa..
El final de los caminos
Probando cual sigilosa
Entre las nubes sin brillo
Y las piedras resbalosas
Nada contra corriente
Sin peso, sin otra sobra
Más que su mal sin remedio
De un Amor que sopla a rosa
Enterrando al mío, según su criterio
Bastas magias azarosas
Un cristal helado y necio, flota en la brisa ruidosa
Para salvarlo del tedio, de las noches espinosas…
Y cobrando de a poco la dicha, ese agua, susurra y se posa…
María Verónica García
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