viernes, 8 de agosto de 2014

Escrita…


 
 La parte más sublime de la historia
Dando  paso,  a,  su legado
Enfrenta sin prohibir lo denegado
Del alma blanca, hendiendo  en,  apretada  trayectoria
 
Transcurre un tiempo sin pasado
El presente se acelera, en la victoria
En la mente del cegado
Al  sufrir la verdad subyacente,  ante su gloria
 
Despierta la moral del acordado
Sin medir   una idea que,  aleatoria
Sucumbe sin prohibir de su pasado
Un Altar, la fuente verdadera
El bien que se prolifera
La paz,  que ya suscribe intransitoria…
 
La maga de las lenguas prisioneras
Renace ante el Dios de la memoria
 
                                             En cúmulos nacientes,  sin fronteras…
 
 
María Verónica García

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