jueves, 11 de julio de 2013

Duda vivida, Duda vendida…


 

 

Al mejor postor, la ocasión decidida, ante la indecisión

De la burla del fragor inventado en las noches de relámpagos

En el invierno del día

Duda de la existencia, con carencias sin  medidas

La rapidez exacta,  a desear la adolescencia del faltante errante

Que no se cuece…

Para ser inobediente

Dejando el rasgo del deseo

Siendo dependiente

Solo del deseo…

No asumiendo atropellarlo,  desnutrido por él,  entregándose a él…

A la sensación  indefinida   como un  sustento que reverdece a la vida..

 

El mundo que necesito,  no está en cada brazo…

Solo en la furia que tiende el regazo,  de un amante verdadero

Tampoco así llamarlo quiero

Vituperada forma de enredo

Decidía en el borde del abismo…

 

Sin Embargo,  es  la más sedienta y transgresora escalera al  cielo…

 

 

Descartando las  palabras  que hube puesto en el peldaño de abajo

Y fuera el gesto, para inundarme

Del instante

Del momento

Ante el mismo suicidio del amor   violento

El que arrasa, despedaza, el que queda por la mitad, de un momento…

 

Al ser tan exhaustiva, no permito su salida y  ante la vieja creencia de: solo con otro amor el viejo Amor se arranca…

 

Mera coincidencia al ser tan exacto el pensamiento en la más pulida diferencia…

Que cada ser evalúa en sus actos…

 

Puedo comprender las doctrinas de la mente y  sus  acciones..

Puedo  rever que yo misma cree,  un puñado de estrellas en la frente del,  tal soñado  hombre!

 Que  sienta  amarme y al hacerlo a todo mi mundo  emocione..

Hasta quedar sin aliento, sin sentirme vacía de su alimento…

 

Pero quien si no yo,  tan culpable, de no asistir a  mí mismo error, habiendo  puesto el acento

En el  paulatino receso, ante la duda…

 

Cada vez que alguien con una mirada  empuja

A la palabra esperada

A la acción que trepa para ser liberada

Hará revivir esas ansias olvidadas de cuentos de brujas..

***

Saltaré tan alto y desbordada   entraré  a cada hueco esta vez en cada uno de los cuentos,  de las hadas…

y…

En el pajar del dicho,  pero entre perlas blancas,  una pizca  de  las semillas  almizcleras  y  un azar de  naranja…

  Sin enhebrar!...

Seguramente esperándome como    Mi Deseado Príncipe….

Lo hallaré con la forma de “Una   Aguja”…

 

Esa diseñadora soy,  ese diseñador deseo, con el  alma en la mano el corazón latiendo a pleno…

 

 

María Verónica García

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