miércoles, 12 de diciembre de 2012

Las leyes del universo y el hombre…



 

Lárguense los pueblos  del mundo,  de las montañas a un hueco

En donde no lleguen ecos  ni voces en desolación

Leyó se,  en el calendario que la fecha decidía

Y el mundo se alistaría según el tenor  gregario

Impuesto tal,  ese día,  se vendieron más  rosarios

Que armados dibujarían  las penas  por   corolario…

 

Hombres  nefastos,  sicarios del pensamiento

Amanecen los tormentos en las  almas saturadas

Donde se venden entradas,   iglesias  del  alistamiento

Para una quita acordada que por falta de virtudes

Con dinero a la misa alude…y demandas canceladas

“Total mi alma no muere  aunque no ponga atención

El fin del mundo termina y ella florece divina, ante la resurrección”…

 

 

Penoso es  el día del fin,  que nada perdona…

 

 

Quedose dormido el juez... y a la hora Y minuto señalado

A otra puerta había  tocado

Y a Otra galaxia detona?

 

La gente alborotada sin dinero a reclamar por todos los votos pagados

No poder ni reclamar,  al gurú que predecía

Los informes como guía,  del fin del mundo arreglado…

 

Tristes y acongojados

Vuelven a la misma casa

Todo desarreglado y  para comer,  sin plata!...

Una historia más,  le contaron

Esta vez al  mundo entero

Nadie  se quita  el sombreo

Ante el dios que los reemplaza…

 

Los estados preparados  ante esta falsa amenaza

Activan sus videos juegos

 

Detonando  un chisporroteo

Con su arma extraordinaria

Se accionan  los hervideros

Las nubes echando fuego  y volando una   barcaza

Al ver tal revoloteo  salen ilesas de nuevo las lombrices solitarias..

 

Para aquellos que temen que algo se  este  terminando

Yo misma le puse fin a esta,  mi poesía

E intento vivir la vida,  como lo hacen las golondrinas

Cada vez que llega el verano,  un impulso es detonado

Los latidos se aceleran,  todo en el universo se  acciona de esta  unica  manera

Paulatino y en colaboración,  todo tiene una razón

Menos, el mal que impera, premeditado…

 

Por Si pasa algo el 21  ya saben,   solo es cosa de los Estados…

 

María Verónica García

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario