Empujado por picos
sabios, ha echado a volar
Parece estar
quieto sobre él azul,
donde, flotan sus alas
Todos los
ojos, con él, sin perderlo se desplazan, plumas
de velo, de fuerzas, tornasoladas
Cruzan todas las
sendas y del mismo cielo ataviado, sobre
la mar se entrelaza
Noble guerrero, en, Tu víspera callas
Pichón, con
cascaras de un, misterioso huevo,
nada te urge y, a nada reemplazas
El ferviente anhelo de su
pico sensitivo, un, cantar, Dispara, con la fuerza de una metralla
Limpia, las negras nubes, quitando en la redención de los
mentores de raza
La oscura aflicción,
Que la bravura en rebelión, lleva este
ave, por
casta
No se detenga la
vida, que las manos y las alas
Hoy y para siempre
unidas,
Truncan a, la
violenta ira,
En creciente, La paz,
ha sido hallada…
María Verónica García
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