Me fui de la
serpiente benigna que brama cuando justo ante el final
El brillo se hace
parca
Porque si te besaba!
La magia desprendida
del blanco capullo
Habría sentido que flotaba
de la perfección y la delicadeza injusta
Que a estas horas nos marca…
Como un aturdido día, el reencuentro
La senda peregrina
que une a las almas
Sin lucha, ni apremios…
Sin un estudio previo a amarse
Te había visto, en otro sueño
Te conocía en las
letras de un poema…
Te olí, en mi más
sentido pensamiento
Y te bebí, tantas veces, cuando solo vagaba, tu reflejo ante mí
Y, Se erguía sin
haberme mostrado su culto, solo tu respiración
Como poder llegar a
completar la indefinida trama…
Cuando antes de
despertar la gloria de un torbellino envolvió a mi pecho
Sin aniquilar el velo
que me envolvía
Me apretaste en el
lecho que dibujó el instante más sagrado del deseo
Sin saber si era una
mentira tu sabor andariego
Me llevaste hasta tu pecho, me acercaste hasta tu boca!…
Yo creí que la vida
era ese instante, después ya no
importaba…
Te levantaste para
poseerme y yo descaradamente sin darme cuenta, hui…
Sin desearlo, como si
fuese a romper lo sagrado…
Sin el miedo que
acecha ante lo inalcanzable y es tenido…
Cada vez que se abren
los ojos que aparentan estar sumidos,
dormidos
Una siente que fue engañada!..
Y es, que en ese silencio de tantas voces sordas, que
gritan… escucha
Con voz más grave!...Has
despertado…
María Verónica García..
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