Sobre la tela
brillante y delicada que luce el ocaso? el alba.…
Se acerca radiante aterciopelada
como si el brillo saliese de su entorno
Esfumándose en el aire…
Una estrella de
espuma, rojiza, dorada
Yo esperando como
cada noche que mi príncipe se descubra, en la luz de cada punta
La única
y expectante alianza
La que a la muerte
trunca
Desobedece su lenta y
acabada faya…
Tiendo mis manos al rocío
de la luna
Carente del presagio
que aquí ha nacido
Y besándome la brisa
del sosiego, como cuando canta de
soprano la aventura
Que vibrante, en mí ha vivido…
Se abren las ventanas
de mis ojos… siento que me abraza la cintura…
No renuncio al mínimo
y exacto de mis reflejos
Y atinada busco su
boca con bravura…
Acertada con la idea
que desee, pero sin tener sus ojos en mi
cara
Lenta mi sonrisa dibuje…
Cuando a la luz del
sol naciente, despertaba..
María Verónica García
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