No sé si hace un día o cinco, que su voz se volcó a mi corazón, donde el ruido de los sentidos hacía y deshacía con mi
piel, montañas, sierras y otras formas imitando las elevaciones
de la tierra!… pacha mama para él y para
mí, consiente de este sentimiento era la causa de mis
sobresaltos en el cielo de mis sueños más fascinantes, donde lo posible estaba lejos y al mismo
tiempo tan cerca, a la mano, cuando
lograba desplegar mi espíritu y relajándome caía rendida de éxtasis al saber de su existencia .
Integrando a mi asombro a las pirámides, esos triángulos perfectos, puestos de una manera sabia, son la
cueva donde el sol y el, salen a
iluminar los días en que la oscuridad se apodera sin piedad de los pensamientos creando tedio, desfigurando la osadía del Amor nuestro!..
El para mí, es como
el águila errante diurna y nocturna volando todo el espacio saliendo de la
tierra probando la hierba que huele a Dios.
El camino acertado la adultez niña, el color de los días, la sensatez mayor jugando y peinando las hojas de los arbustos, oliendo hasta el final de la corola del centro
de un capullo la Antera”, hasta quedar su nariz impregnada del néctar amarillo, manjar de las abejas.
Saboreando el vino dulce de las uvas más puras y silvestres,
donde crecen los nardos, los olivos y los
cardos, para brindar en la aurora la llegada de la noche donde su manto, azul como sus ojos nace de un costado de la tierra.
Nacido del germen de
la brisa del viento, libre como el ave que lleva adentro.
Cuando me preguntan sobre la vida, dejo que entre todo el aire a mis pulmones, no
pienso, cuando mi piel se eriza, callo, cierro los ojos y lo imagino con un ala
plegada en forma de saludo y con la otra abrazándome, trémulos y, por vez
primera unidos, dejándonos caer en el abismo de la luz del Amor!.. Hasta
ser, el Amor mismo.
Hasta ahora, jamás he
respondido….