los ojos, cada mañana
Descubrir, un
alba, diferente
Con lluvia de
magias, como ramas
Colores, de cielos,
en mi frente
-Que el rugir, que sugiere la tastana
pidiendo lluvia en torrentes…
en artificio, de bien ya consensuada
Se frene, en la
penumbra inminente, retrasada
Y vuele rapaz, hasta su vientre-
Nadie viene a cumplir,
órdenes cercanas
Ni a medir con la
voz, a otra voz latente
Ni encumbrar el Don, que se profana
Con el ímpetu, del más doliente…
Es, reír!... con sonrisa sana
Y latir!... De amor, en este presente
Embellecer, cuando el
alma clama y, emana
Los sonidos del albor,
más estridentes
María verónicas
García
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