Que el sol, será tan bueno!... hasta que, derrita, mis cuantiosos, castillos de hielo..
El azar, abrazando, los amores más deseados
y, el sonar,
hasta agotar
su son, almacenado…
/Solo el día, que en la noche muere..
Y, de esa muerte, hasta que nazca el día../
Como el agua cálida que,
en mi cuerpo, llueve
Cuando el viento, calla,
Sin Yo, Estar Arriba…
María Verónica García