Quien oiría, más allá
del abstracto silencio, como un alabastro pudor
Y hoy, sin festejar
ese ensayo
Las piernas de la
libertad, desfilan ese asfalto
Cortado por la mitad…
Quien diría, que, la mañana temprano huiría
Y que, la noche, donde el amor, siempre es una
hallazgo
Se helaría.
Por faltar la única
voz…
El universo de camino
al poro esencial
Donde las aves y sus
trinos
La paciencia y la
flor
Nacen, como un
designio vestido
Sin razonar, sin
advertir
Sin siquiera nacer
Para poder ver Y
vivir
El, desenvolver
de la unidad…
María Verónica García