Solo la punta
Que, ordena, lo, albergado...
Rescindí, lo ejecutado..
Que, hoy, En mis días, trasunta...
Y fui yo, quien
pensó, el callejón sin salida, oscuro,
Y caí,
de, cuan maduro
En cada sollozar,
sentía...
La Solicitud, pedí prestada
Mientras, mi rostro, reía...
Desarmada en la
quietud, de, la revolución que, traía
Imaginé una, actitud, abriéndose; “fantasía”
“Echando a llorar, mi otra, cara”
Sin querer, abrí el telón,
La verdad desarmada, Mentía...
Y me abrigué del
calor, que se embriaga, en, la
partida..
Tantos sueños! Sobrevolé,,,
Tantos!... como valor, me pedía..
En, el mismo lugar, del fragor, unida, por primera vez, acepte, tal cual soy....
Cruzando, la propia, vía...
Sin derecho ni revés
Un solo lado latía...
Sin respuestas, me
quede
Y el hilo, solo, se unía...
María Verónica García