Jamás imaginaste, que podría amarte tanto
Jamás pensaste, que sin vos, el día, oscurece
Jamás creíste, que por vos!.. el sol, se mece
Y la noche en su dolor, pierde su encanto…
Mi boca se aprieta…
Mis manos en un sueño, desean robarte un abrazo
Caen mudas la luna y las estrellas
Solo la esfinge desnuda, se reprime en la furia del ocaso
Del aura, que aún se guarda, en el boceto de un beso!..
Como una estampa!... resplandeciente blanca y pura!...
María Verónica García